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Os comentaba en el pasado blog que la función del Hígado es mantener libre y uniforme el tránsito del Qi (energía) en el cuerpo. Pues bien, si el Hígado funciona bien, el Qi fluye uniformemente y nos encontramos que:

Las emociones ligadas al Hígado, siempre según la Medicina Tradicional China, son los sentimientos de frustración, cólera reprimida, el resentimiento, irritabilidad y la ira. Hoy en día hay que añadir el estrés, que tantas enfermedades ocasiona.

En el anterior Blog dijimos que el Intestino Delgado es la víscera pareja del Corazón y que a simple vista no parecía que tenían mucho en común. Pues esto que llevan diciendo los chinos miles de años, actualmente se ha encontrado la posible relación.

Como ya expliqué en días pasados, Entrañas y Vísceras están unidas por la relación Exterior - Interior. Dentro de esta relación, se considera que cada víscera se relaciona con su correspondiente entraña.

Si tenemos un Corazón fuerte y una Sangre abundante, tendremos una actividad mental normal, una vida emocional equilibrada, una buena memoria, unos pensamientos vivos y un buen sueño tanto en cantidad como en calidad y no nos cuesta quedarnos dormidos. Tenemos una mente tranquila y nos sentimos felices.

Empezamos con el Corazón y vemos cómo las emociones afectan a éste órgano y a la esfera funcional que controla, siempre desde el punto de vista de la Medicina China.

Siguiendo con el tema de la Medicina emocional y de cómo afectan las emociones a nuestra salud, hoy voy a hablaros de los diferentes enfoques que tienen la Medicina China y la Alopática (occidental) a la hora estudiar este tema.

Con la vista puesta en mi ponencia del 2º Simposio de Medicina China Integrativa, especializado en Medicina Emocional, voy a intentar explicaros, poco a poco, en varios días, - esto es muy largo y complicado para los profanos en el tema- cómo ve la Medicina China la afectación de las emociones en nuestro cuerpo.